Una cámara nueva no te va a hacer buen fotógrafo, igual que hay una opinión popularizada que dice que las cámaras de segunda mano son malas y que las nuevas son buenas per se. Eso es erróneo. Lo que te hará buen fotógrafo es la técnica que tengas, que puedes aprender en cursos como el taller de fotografía personalizado.
Que una cámara sea nueva o de segunda mano influye muy poco en el resultado. Una puede costar 100 euros, la otra 800. El margen que ahorramos con la cámara de segunda mano nos da dinero para invertir en aprendizaje y en nuestro crecimiento como fotógrafos, al poder invertir en un objetivo y accesorios como trípode, mochila, iluminación y disparadores remoto, que también podemos conseguir de segunda mano. Hay sin embargo otros accesorios que sí es preferible tener nuevos, como son las tarjetas de memoria, baterías y filtros.